lunes, 23 de diciembre de 2013

CUPCAKES DE TIRAMISÚ




Hace más de un año que publiqué mi última receta, y desde entonces he pasado muchos ratos en la cocina haciendo dulces que no han visto la luz, no porque no fueran buenos, sino porque no he tenido tiempo de hacer las fotos y publicar la receta.
Pero eso se ha acabado, a partir de ahora voy a publicar lo que sale de mi horno así ya no habrán excusas para no hacer la merienda del domingo en casa.

La receta de estos cupcakes ha sido un poco improvisada, he utilizado mi receta base para bizcochos y le he añadido un chorrito de café. Salen muy esponjosos, demasiado para ser un cupcakes, pero es que en casa no gustan cuando son más densos.
El frosting es de nata y mascarpone y tengo que decir que la consistencia es perfecta para decorar con manga y boquilla y el sabor es mucho más bueno que la típica buttercream ya que no lleva mantequilla.

Y dicho esto, vayamos con la receta:
(Salen aproximadamente 28 cupcakes)

Para el cupcake:
- 4 huevos
- 160gr. de azúcar (100gr. azúcar moreno + 60gr. azúcar blanquilla)
- 50ml. de aceite de girasol
- 100ml de leche
- 200grs. de harina
- medio sobre de levadura (aprox 7grs.)
- dos cucharadas de café o café soluble (para intensificar más el sabor, se puede añadir más cantidad de café e incluso un chorrito de amaretto que yo no puse porque no tenía).
- una cucharadita de esencia de vainilla

Para el frosting de mascarpone:
- 200ml de nata (aproximadamente ya que yo lo hice a ojo)
- azúcar glass al gusto
- una tarrina de queso mascarpone 

Para la decoración:
- Cacao en polvo

Preparación:
Precalentar el horno a 150º
Primero, hacemos un café expreso y lo dejamos enfriar, saltar este paso si le vamos a echar café soluble en polvo.
Separamos las claras de las yemas. Batimos las yemas con 60 gramos de azúcar blanquilla hasta que blanqueen. Después se añada el aceite de girasol y se integra con unas varias manuales o una espátula. Seguimos con la leche y la esencia de vainilla. 
Mezclamos la harina con la levadura en polvo y la echamos con nuestra mezcla de yemas tamizándola previamente.
A parte, montamos las claras con un poquito de sal y unas gotas de limón. Cuando estén medio montadas, se le añade el azúcar moreno y seguimos hasta que alcance el punto de nieve. Sabremos que están listas cuando al girar el bol, las claras no se caigan.
En este momento yo le añado el café y rectifico de harina si lo veo necesario. También echaremos el licor si queremos darle un toque más auténtico.
Ahora es el momento de incorporar las claras a la mezcla. Es importante hacerlo delicadamente y de forma envolvente; eso quiere decir moviendo la espátula como si dibujáramos una J. Esto lo hacemos para que no se nos bajen las claras y perdamos esponjosidad en el bizcocho.
Ahora solo nos queda poner las cápsulas para cupcakes en nuestro molde y rellenar. Yo lo hago con ayuda de una cuchara para helados, así tengo la medida para que me queden todos iguales. Con una carga es suficiente.
Los horneamos durante 20-25 minutos a 150º aproximadamente. Pinchar con un palillo y si sale limpio, nuestro cupcakes ya están listos.
En cuanto salgan del horno, pinchar varias veces cada cupcake con un palillo y pincelar con más café.
Traspasarlos a un rejilla y dejar que enfríen.

Para hacer el frosting, batimos la nata con el azúcar glass y cuando haya montado le añadimos el mascarpone. Cuidado si no utilizáis nata vegetal que no se corte por un exceso de batido.

Poner el frosting en la manga pastelera y decorar a nuestro gusto. Espolvorear con cacao en polvo.

¡Buen provecho!


domingo, 29 de enero de 2012

CARROT CUPCAKES



Hoy es Domingo y hace frío. Pero frío de verdad.
No apetece salir a pasear, ni ir al cine. Hace frío y tramontana, así que no hay mejor momento que este para ponerse a hornear.
Y esta vez me apetecía hacer algo con zanahoria.
He buscado muchas recetas por la red, y todas tiene una pinta estupenda, pero al final me he decantado por una receta de un libro de magdalenas que me compré hace alguna semanas. El libro se llama "pastelillos y magdalenas", y es de esos que te encuentras en la librería junto a las revistas de cocina, pequeñito y barato, así que me lo llevé. 
Esta es la primera receta del libro que preparo, así que no lo puedo valorar muy extensamente, pero estos cupcakes han quedado muy buenos. Queda una  magdalena muy húmeda y tierna, ya que lleva en la masa almendra molida y solo una cucharada de harina, pero está riquísima. He añadido unos ingredientes que no estaban en la receta original pero que he creído conveniente para darle un poquito más de sabor, canela y esencia de vainilla.
El conjunto de la magdalena con la cobertura de queso da como resultado un cupcake sabroso y suave, que te invita a repetir junto a un café calentito.






Esta es la receta: (A mi me han salido 16 unidades)


INGREDIENTES MAGDALENA DE ZANAHORIA
2 huevos
1 pellizco de sal
70grs. de azúcar  (yo he pueso 100grs. de azúcar moreno)
1 cda. de harina
75grs. de zanahoria rallada
1/2 cdta. de canela
1 cdta. de esencia de vainilla
1 cdta. de bicarbonato 


INGREDIENTES BUTTERCREAM DE QUESO
100grs. de mantequilla a temperatura ambiente
150grs. de queso tipo PHILADELPHIA
150grs de azúcar glas (yo le puse 100)
1 cdta. de esencia de vainilla


DECORACIÓN
fondant naranja y verde
nueces


PREPARACIÓN
Precalentamos el horno a 170º, si activamos la circulación de aire lo bajamos a 150º.
Separamos las claras de las yemas y montamos las claras a punto de nieve con un poco de sal y el azúcar. Sabremos que están al punto cuando podamos girar el bol bocabajo y no se nos caigan.
Añadir las yemas de una en una e integrar unos segundos con las varillas. No batir en exceso porque se nos bajarían las claras. Añadir la esencia de vainilla y volver  a batir para integrar. Por otro lado, mezclamos los ingredientes secos: la almendra molida, la harina, la canela y el bicarbonato. Integrarlos con movimientos envolventes con la espátula de silicona y por último añadir la zanahoria rallada.
Vertemos la masa en las cápsulas de magdalenas que habremos puesto sobre una bandeja para muffins. Este molde sirve para que no se nos abran los papeles y no pierdan la forma. Si no tenemos, podemos poner las cápsulas en flaneras o con dos papeles.
Hornear aproximadamente 25 min, dependiendo de nuestro horno. Pinchar con un palillo y si este sale limpio, ya las tendremos, en caso contrario las dejamos unos minutos más y repetimos el proceso.
Dejar 5 minutos reposar dentro del molde y pasarlas a una rejilla para que se acaben de enfriar.


Mientras enfrían, preparamos la buttercream. Batimos la mantequilla que estará a temperatura ambiente hasta que nos quede como una crema y añadimos el azúcar glas. Seguimos batiendo y por último incorporamos el queso habiendo retirado previamente el líquido (suero) que tiene por arriba y la esencia de vainilla.
Batimos todo hasta que nos quede una crema. La ponemos en una manga con boquilla rizada para hacer la decoración y si no disponemos de manga, la untamos con una cuchara o cuchillo y la decoramos con nueces o zanahorias hechas de fondant.


Buen provecho!

jueves, 15 de diciembre de 2011

LOS MACARRONES DE MI YAYA JUANA

Empecé el blog con una receta dulce en honor a mi yaya Rafaela, y hoy me estreno con la primera receta salda, los macarrones de mi yaya Juana.
La historia de estos macarrones en mi casa se remonta a hace 40 años, cuando mi madre y mis tíos eran pequeños. Mi yaya tiene tres hijos y mi madre, pero vivían en un edificio de dos plantas, y en la planta baja vivían el hermano de mi abuelo con su mujer y tres hijos y una hija. Como veis, las similitudes entre las dos familias empiezan a aparecer. Pero esa no es la única, cuando mi abuela tenia un hijo, mi tieta la seguía con el suyo. ¿Casualidad? Yo creo que era más la falta de canales en la tele ;)

La cuestión es que en casa comían mis tíos, mi madre y los primos. Ocho monstruitos a la hora de comer.

Así que mi abuela tiraba de los macarrones en ollas industriales. Todos comían y callaban.

Y esta tradición de las ollas industriales llenas de macarrones sigue hoy en mi generación; Yo soy la primera de once nietos, de edades comprendidas entre los 25 y los 3.

Las fiestas navideñas empiezan en mi casa el 6 de Diciembre con el cumpleaños de mi yaya, siguen el 31,1 y 6 de Enero. Estos cuatro días no hace falta poner la calefacción ya que 30 personas hacen que suba la temperatura.

Y bueno, al que iba, mi yaya cocina para todos un primero, un segundo y sus natillas de postre (que otro día pondré la receta), pero siempre hace una olla de macarrones "para los niños", y al final los niños tienen que pelearse con los padres para que les dejen catarlos. Por cierto, se me olvidaba decir que siempre tiene que guardar tuppers para la novia de uno o la amiga de alguien, así que siempre pone un paquete más.



Y son esos macarrones famosos los que os pongo hoy en receta. Seguramente esta receta no tiene nada de especial para los demás, pero si para mi gente, así que aquí dejo el reportaje fotográfico de la receta, para que mis tíos vean que no me he dejado ningún ingrediente secreto por el camino.



INGREDIENTES: (para 8-10 personas)



- 500grs. de macarrones

- 2 latas de tomate triturado

- 1/2kg de carne picada de cerdo

- 3 ajos rallados

- 3 cebollas medianas ralladas

- 1 chorro de aceite

- 2 cucharadas soperas de azúcar (esto va a gustos)



PREPARACIÓN:

Sofreír en una olla el aceite con el ajo. Dorar pero que no se queme ya que amargaría. Echar la carne y dar una vueltas. Añadir la cebolla y echar un poquito de sal.

Rehogar la cebolla aproximadamente 10-15 minutos. 




 

















Añadir el tomate triturado y tapar. Dejar reducir el tomate.

Echar el azúcar y rectificar de sal si fuera necesario.

Cuando el aceite se vea por arriba, es que ya ha reducido la salsa. Esto puede tardar 1 hora aproximadamente a fuego lento.







 











Cocer los dos paquetes de macarrones según instrucciones del paquete y una vez cocidos, escurrir.

Añadir la pasta al sofrito y remover al fuego unos minutos.


  





 











En mi casa se sirven en plato hondo y con pan para mojar. Están de rechupete!!
Siento no tener foto del plato acabado, pero la gente empezaba a llegar y no me dió tiempo ni a sacar la cámar!! 

Pero el 31 de Diciembre se vuelven a repetir y entonces sacaré la foto. Lo prometo ;) 



BUEN PROVECHO

sábado, 12 de noviembre de 2011

BIZCOCHO DE MAGDALENA CON CROCANTI DE ALMENDRAS

Este bizcocho es de esos que se comen solos una tarde de domingo con un buen café, o de los que se saborean en el desayuno con un colacao calentito.
Es tierno, esponjoso y con un ligero toque de naranja. Ni demasiado dulce ni demasiado húmedo.

La receta original es la de las magdalenas de webosfritos.es. Allí aprendí trucos para que las magdalenas quedaran con ese "copete" tan característico, para darle la textura esponjosa y que no se me bajaran.
Pero yo esta vez la he querido en forma de tarta, así que os pongo los ingredientes y el paso a paso para que podáis hacer este riquísimo bizcocho.

Ingredientes: 
PARA EL BIZCOCHO 

-50grs. de zumo de naranja
-Ralladura de una naranja
-200grs. de huevo pesados sin cáscara (aprox. 4 huevos)
-200grs. azúcar
-200grs. aceite de oliva
-220grs. de harina normal
-Una pizca de sal 
-1 sobre de levadura química (tipo royal)

PARA LA ALMENDRA CROCANTI:
-200grs. de almendra fileteada
-2 cucharadas soperas de miel
-100grs. de azúcar 

Preparación:
Batir los huevos con el azúcar hasta que se pongan esponjosos y doblen el volumen. Yo los pongo a baño vapor (una olla con un poco de agua al fuego y otra encima sin que toque el agua con los huevos y el azúcar) de esta forma montan más rápido.









                                                                                                               






       










Añadimos el aceite y mezclamos con las varillas para que se integre. Este batido no debe ser excesivo, con 15 segundos deberÍa ser suficiente. 
Agregamos la harina tamizada junto a la levadura y la sal y mezclamos con una espátula con movimientos envolventes para que no se nos bajen los huevos. (movimiento envolvente significa mover la masa con una espátula en forma de J, de arriba a bajo y giramos).
Precalentamos el horno a 250º calor arriba y abajo. 
























 











Pincelamos el molde con un poco de mantequilla y lo forramos con papel de hornear. Otra opción es enharinarlo después de ponerle la mantequilla o podemos usar un spray desmoldante. Las tres opciones son buenas. Yo suelo forrarlo con papel de hornear porque dejo que sobresalga el papel por el molde, así consigo más altura del bizcocho. 
Vertemos la masa en el molde que queramos, en mi caso era uno de 18cm de diámetro y 7 de alto. Llené el molde 3/4 partes, y con la masa que me sobró hice cinco magdalenas rellenas de nutella. Si utilizáis un molde de 22cm, no os sobrará masa.
















Bajamos la temperatura del horno a 220º y horneamos durante 40-45 minutos. Depende de nuestro horno. Pinchar con un palillo de madera hasta el fondo y si sale limpio, el bizcocho ya está, si nos quedan restos de masa, dejar hornear un poco más y volver a probar.
Es importante no abrir la puerta del horno hasta pasados 30 minutos, ya que el cambio brusco de temperatura haría que se nos bajara el bizcocho. 

Mientras enfría, preparamos la almendra crocanti. Se pone en una sartén el azúcar con las almendras y se dejan dorar. Añadimos la miel y la mezclamos bien. Rápidamente para que no se enfríe, la ponemos por encima del bizcocho y lo dejamos enfríar.
Tendremos un bizcocho alto y tierno con una capa riquísima de crocanti. El contraste es divino!!
Seguramente no es la mejor forma de hacer el crocanti, pero la improvisé sobre la marcha y el resultado encantó en casa. Llegó mi tío y se comió un buen trozo aún caliente, y se llevó medio para el desayuno, así que lo considero un éxito rotundo, no duró en casa más de 15 minutos! 



**NOTA: Para la preparación de magdalenas el paso es el mismo, solo que pondríamos la masa en cápsulas de papel dentro de una bandeja para magdalenas o flaneras de aluminio, de esta forma evitamos que el peso de la masa nos deforme la cápsula y las magdalenas suban más. 
Antes de hornearlas, se dejan reposar en la nevera 30 minutos para conseguir que se nos haga el copete.

Hasta la próxima entrada.
BUEN PROVECHO 

lunes, 7 de noviembre de 2011

DULCES COMIENZOS

Supongo que este blog comienza como tantos otros, por mi pasión a la cocina. Bueno, de momento, a la repostería, ya que cocinar, cocino poco, no por falta de ganas sino por falta de "cocina propia". En fin, es una larga historia.

Tengo 25 años, y hace tres o cuatro que me dio por curiosear por Internet unos pasteles preciosos, llenos de colores y tan altos que casi daba vértigo mirarlos.  Yo nunca había cocinado nada, así que me armé de valor y mucha harina y me dispuse a preparar mi primer bizcocho. La verdad que no recuerdo ni la receta que usé, pero si recuerdo que era de color azul.
Le puse colorantes vahiné líquido y quedó un azul celeste que a mi me pareció un trocito de cielo, pero que con el tiempo me he dado cuenta que de azul solo tenia el suspiro.
Y es que así ha sido la evolución de estos pasteles en España, primero entraron con cierto pudor, como el ligero azul de mi bizcocho y ahora que han llegado, lo han hecho para quedarse, como los colores brillantes y fuertes que consigo ahora en mis creaciones.

Pero bueno, a lo que iba, he abierto este blog como diario repostero para mis futuros hijos. Quiero que mi humilde legado, mis recetas, queden aquí para ellos. No se si los tendré, ni si les gustará cocinar, pero yo ya me habré cubierto las espaldas.
No quiero que les pase como a mi con mi abuela, mi querida yaya, que amaba la cocina, amaba cocinar y que nosotros la amáramos a ella.
Cada domingo, vestía la mesa con un mantel rojo, pero rojo pasión, que pese a los años que tenia, jamás ví como perdía color. Ponía sus cubiertos de gala y empezaba el desfile de platos. Nos traía una ensalada, con sus tomates de huerta pelados, ya que la piel no me gustaba, la mezcla de lechuga normal i escarola, olivas rellenas, pepino, cebolla que no picaba y algo de zanahoria.
Después venían los mejillones rellenos de salsa de tomate con trocitos de cebolla y zanahoria, vamos, de sofrito. ¡¡Jamás he vuelto a probar unos mejillones como esos!! También ponía un platito de embutido y pan con tomate, pero no pan de payés, era barra normal en rebanadas pequeñas.
Y ahora viene el plato fuerte: unas veces eran canelones, otras paella, algunas otras eran macarrones (mi plato preferido por aquel entonces, y a quien quiero engañar, incluso ahora) y de vez en cuando, calamares rellenos.
Pero de todos los platos fuertes, el más esperado en mi familia eran los caracoles. No recuerdo muy bien como los  hacía, pero si recuerdo verlos en un saco de malla colgados del terrado durante 15 días, y ver a mi abuela en la cocina un día antes empezar a prepararlos. Años más tarde he descubierto el suplicio por el que pasan los pobres caracoles antes de ser cocinados, y muy a mi pesar, me encantan, pero no puedo evitar sentirme culpable cada vez que me como uno.
Aunque debo decir que como los caracoles de mi abuela, ¡ningunos!
Y de postre siempre hacía su famosa tarta de manzana al horno. Recuerdo que la casa olía a manzana y a canela, y que todos estaban deseando hincarle el diente, todos menos yo. No me voy a perdonar no haberla probado, pero por aquellos años me tiraba más un helado que una tarta casera de manzana.
Yo creo que eso me traumatizó tanto que me he desquitado haciendo yo los bizcochos. Por eso este blog se basará, de momento, en más recetas dulces que saladas.

Perdonad este intricado de historias, pero es mi primer post y me cuesta un poco seguir el hilo narrativo.

Lo retomo; Mi yaya murió hace seis años, y no me dio tiempo, por eso de las prisas de la juventud, a que me enseñara a cocinar. Pero si tuve tiempo de aprender a amar este arte, de amar la cocina como ella la amó.
Por todo esto, y como un regalo hacia ella, que seguro que se siente orgullosa, inicio hoy, 7 de Noviembre del 2011 este blog, para que quede constancia de mis dichas y desdichas entre moldes, cazuelas y mangas pasteleras.

Y a mis futuros hijos decirles, que esto tambien es por ello, para que la recuerden a ella y me recuerden a mi, y nunca echen de menos los domingos en casa de la yaya.

Hasta el próximo post que vendrá con receta.
Buen provecho